Autor:
Margarita Cruz Añasco
margarit4@javerianacali.edu.co
Pues sí, ¡A la mierda la compostura escrita! No soy quien para saber cómo merece ser curado Pancho, pero gustosa lanzo esta propuesta. Totalmente inspirada de la actitud del artista aquí presentado, y que sirva de abrebocas para adentrarse en el maravilloso mundo de Panchopepe.
Nace en Buenos Aires, Argentina. 1989, Millenial de pura cepa. Sabedor y burlador de los presupuestos que implica tan discutida etiqueta. Ya saben, esas turbias vueltas socioeconómicas. Generación tan alabada como criticada… generación de malas, que le tocó asumir el aguamasa de los sistemas neoliberales.
Aunque no comprendamos mucho de política, cada día nos cachetea feo estos agobiantes panoramas. No pertenecemos, pues no hay suelo que valga. Y la certidumbre de expectativas modernas sólo existe como enunciado.
El desasosiego de sabernos jodidos se ve reducido cuando uno se topa con algún post de @panchopepe2000 en la meca de la saturación visual, Instagram. Un encuentro revitalizante, pues él es. Sin pretensiones, como sus creaciones.
Las piezas de esta muestra NO fueron cuidadosamente seleccionadas. Me permito explicitar de nuevo que esto es un intento de evocar esa actitud creadora de Pepe. Esperando que se nos impregne para toda la vida.
Lanzarse y hacer sin mucho tapujo o lineamiento. De la sátira y el absurdo. Del individuo intrépido, con múltiples dudas, pero sin miedo de las mismas. De la vastedad del pensar y sentir humano. Del reconocimiento de la sencillez en la complejidad. De reconciliarnos con el sinsentido de la vida, y abrazarlo.
Entre acrílicos, lápiz, lapicero y tinta. Sobre quién sabe qué papel, libro, cuaderno o superficie. Se encuentran plasmados personajes, situaciones y diálogos cargados de jocosidad y vigor. Dibujo o pintura, ambos dan fe de la habilidad técnica, pues es posible sentir el desparpajo del artista quien se considera “un desastre, pero muy productivo” (Waibe, 2020-presente, 14m04s).
No hace falta la figura de la firma, pues sus risografías (dibujos que dan risa, no la técnica de impresión) son más que identificables con sus personajes antropomorfos de género fluido. Igual pasa con sus pinturas, compuestas generalmente de tonos intensos, y personajes con carácter ilustrativo. Algunas parten como intervención de imágenes ya existentes, mutando en potentes apropiaciones. Es preciso resaltar la fuerza y decisión que posee cada trazo independientemente de la técnica, ya que a veces la delimitación de las mismas pierde claridad. Así que concordando con Panchopepe creo fervientemente que “cada línea que hacemos está cargada de nosotros” (Waibe, 2020-presente, 56m40s).
![Panchopepe [@panchopepe2000]. Habilidad técnica. Instagram.](https://pasalavoz.javerianacali.edu.co/wp-content/uploads/2021/05/Panchopepe-@panchopepe2000.Risografia-pedos-en-el-corazon.-Instagram-https___www.instagram.com_p_CEk4lA_ABWJ_.png)
![Panchopepe [@panchopepe2000]. Pintura. Instagram.](https://pasalavoz.javerianacali.edu.co/wp-content/uploads/2021/05/Panchopepe-@panchopepe2000.-Pintura.-Instagram.-https___www.instagram.com_p_CH56Gs-ABhJ_.png)
Hasta aquí la retahíla. Y concluyo con una última cita del ya nombrado: “creí que para boludeces estaba la vida… esto me lo tomo muy en serio…” (@Panchopepe2000, 2016) Comentario de su primera publicación en Instagram: una foto de lo que parece una loncha de jamón en primer plano sobre una segunda loncha de lo mismo, está acompañada con una descripción que dice: #Salchichón.
Y como llegaste hasta aquí, merecés un premio:
El nombre civil de Panchopepe es…
Francisco Ferreras
